Lo Bueno, lo Malo y lo Inesperado: Experiencias de Huéspedes en Airbnb Colombia

Colombia se ha convertido en uno de los destinos turísticos más vibrantes de América Latina, y con ello, el mercado de Airbnb ha florecido en todo el país. Desde apartamentos con vistas al mar Caribe hasta fincas cafeteras en las montañas andinas, las opciones son tan diversas como la geografía colombiana. Pero, ¿cómo es realmente la experiencia de hospedarse en un Airbnb en Colombia? Hemos recopilado testimonios de viajeros nacionales e internacionales que compartieron sus historias más memorables.
Cuando el anfitrión se convierte en guía turístico improvisado
Sophie, una fotógrafa francesa, reservó una pequeña casa colonial en Barichara buscando tranquilidad para trabajar en su proyecto fotográfico sobre arquitectura colonial.
"Mi anfitrión, Don Jaime, un señor de unos 70 años, me recibió con limonada fresca. Cuando le comenté sobre mi proyecto, sus ojos se iluminaron. Resultó que era historiador aficionado y conocía cada rincón del pueblo", cuenta Sophie.
Lo que comenzó como una simple conversación se convirtió en un tour privado de tres días por Barichara y pueblos cercanos como Guane y San Gil. Don Jaime la llevó a casas coloniales normalmente cerradas al público, le presentó a artesanos locales y compartió historias que no aparecen en ninguna guía turística.
"Esas tres días transformaron completamente mi proyecto. Don Jaime se negó a aceptar dinero por su tiempo, solo me pidió copias de las fotografías para el pequeño museo local. Esta experiencia capturó la esencia de la hospitalidad colombiana que nunca olvidaré".
La aventura del "glamping" que no era tan "glam"
Mark y su novia reservaron lo que parecía ser una experiencia de "glamping" de lujo cerca al Parque Tayrona. Las fotos mostraban tiendas elegantes con camas reales, electricidad y baños privados.
"Cuando llegamos después de un viaje agotador, descubrimos que la realidad era... diferente. La 'cama real' era un colchón inflable con fugas, la 'electricidad' funcionaba solo dos horas al día con un generador ruidoso, y el 'baño privado' era compartido con insectos de tamaños impresionantes", recuerda Mark entre risas.
Para empeorar la situación, esa noche comenzó a llover intensamente y descubrieron que la tienda tenía goteras. "Terminamos durmiendo bajo nuestros impermeables, dentro de la tienda".
Sin embargo, la historia tiene un giro inesperado: "A la mañana siguiente, el propietario apareció muy apenado. Nos explicó que una tormenta había dañado las tiendas de lujo el día anterior y nos habían ubicado en tiendas de emergencia. Nos ofreció trasladarnos a las tiendas adecuadas, ya reparadas, o un reembolso completo".
Mark y su novia decidieron quedarse. "Las tiendas reales sí eran lujosas, y el propietario nos compensó con desayunos increíbles y un tour privado a una cascada cercana que no está en los circuitos turísticos. Al final, esa noche terrible se convirtió en una anécdota divertida y la experiencia general fue maravillosa".
El apartamento que venía con un guía de cuatro patas
Lisa, una ejecutiva canadiense, reservó un apartamento en el colorido barrio de Getsemaní en Cartagena. El anuncio mencionaba que ocasionalmente un gato del vecindario visitaba el patio, pero no parecía importante.
"Lo que el anuncio no decía es que 'Simón', un gato naranja enorme, básicamente se consideraba el verdadero dueño del apartamento. Aparecía cada mañana maullando para que le abriera la puerta, me seguía por toda la casa, y dormía a los pies de mi cama como si fuera su trabajo oficial", cuenta Lisa.
Inicialmente, Lisa estaba un poco desconcertada, pero Simón resultó ser una bendición inesperada. "Una noche, regresando tarde, me sentía un poco insegura en las calles estrechas. De repente, Simón apareció de la nada y me 'escoltó' hasta la puerta, caminando delante de mí como un pequeño guardaespaldas".
El gato también la llevó a descubrir lugares que no habría encontrado por sí misma. "Seguirlo me llevó a una pequeña plaza donde los locales jugaban dominó por las tardes, a una panadería escondida con el mejor pan que he probado, y a conocer a varios vecinos que me contaron historias fascinantes sobre el barrio".
Al final de su estancia, Lisa dejó una generosa propina específicamente para comida para Simón. "Ese gato me dio la experiencia más auténtica de Cartagena que podría haber deseado. En mi reseña, le di cinco estrellas al apartamento y seis a Simón".
Cuando la naturaleza se vuelve demasiado cercana
Pedro, un surfista brasileño, reservó una cabaña frente al mar en Nuquí, conocido por sus olas perfectas y su naturaleza exuberante.
"El lugar era un paraíso, exactamente como mostraban las fotos. Lo que no mostraban era que la 'experiencia cercana a la naturaleza' incluía una familia de mapaches que consideraban la cocina como su territorio", recuerda Pedro.
Durante su primera noche, Pedro fue despertado por ruidos en la cocina. Al investigar, encontró a tres mapaches revisando meticulosamente cada cajón y estante. "Uno estaba literalmente sentado en la mesa comiendo mi pan con la mayor tranquilidad, como si estuviera en un restaurante".
Cuando contactó al anfitrión, la respuesta fue relajada: "Oh, son Pepe, Lola y Junior. Son inofensivos, solo asegúrate de no dejar comida fuera de la nevera".
Pedro se adaptó a sus compañeros de casa inesperados. "Desarrollamos una rutina. Yo surfeaba durante el día, y por la noche, los mapaches venían a 'revisar' que todo estuviera en orden. Incluso comencé a dejarles frutas en un lugar específico para que no desordenaran todo".
La experiencia culminó cuando Pedro encontró a Junior, el mapache más pequeño, dormido en su mochila. "Tengo una foto de ese momento que se ha vuelto legendaria entre mis amigos surfistas. Definitivamente no era el tipo de 'vida salvaje' que esperaba encontrar, pero hizo que mi estadía fuera inolvidable".
La finca cafetera que cambió una vida
Michael, un ejecutivo estresado de Nueva York, reservó una finca cafetera para "desconectarse" durante dos semanas.
"Llegué agotado, adicto a mi teléfono y con una lista de correos electrónicos por responder. El primer shock fue descubrir que la conexión a internet era prácticamente inexistente y la señal de celular solo funcionaba en un rincón específico del jardín", cuenta Michael.
Después de un día de pánico inicial, Michael comenzó a adaptarse al ritmo de la finca. Su anfitrión, Don Eduardo, un caficultor de tercera generación, lo invitó a participar en las actividades diarias.
"Comencé a despertarme con el sol en lugar de con alarmas. Aprendí a recolectar y procesar café, a ordeñar vacas, a hacer queso fresco. Las comidas se convertían en eventos sociales con los trabajadores de la finca y vecinos que pasaban a saludar".
Lo que comenzó como unas vacaciones se convirtió en un punto de inflexión. "A mitad de mi estadía, me senté en ese rincón con señal y envié un correo electrónico: renuncié a mi trabajo de 15 años. Me di cuenta de que no había estado realmente vivo en mucho tiempo".
Tres años después, Michael vive en Colombia, es copropietario de una pequeña finca cafetera y exporta café especial a Estados Unidos. "Vine buscando dos semanas de paz y encontré una vida completamente nueva. A veces, un Airbnb no solo te da un lugar para quedarte, sino un lugar para encontrarte a ti mismo".
Consejos para huéspedes basados en experiencias reales
Basados en los testimonios recopilados, estos son algunos consejos para quienes planean hospedarse en un Airbnb en Colombia:
- 1. **Mantén la mente abierta:** Algunas de las mejores experiencias surgen de situaciones inesperadas o incluso de pequeños inconvenientes.
- 2. **Comunícate con tu anfitrión:** Los anfitriones locales son una mina de oro de información que no encontrarás en guías turísticas.
- 3. **Lee entre líneas en las reseñas:** Busca comentarios específicos sobre aspectos que sean importantes para ti (limpieza, ubicación, ruido, etc.).
- 4. **Prepárate para diferencias culturales:** Horarios, conceptos de privacidad o niveles de ruido pueden variar significativamente.
- 5. **Ten un plan B:** Especialmente en destinos remotos, es bueno tener alternativas en caso de problemas con el alojamiento.
- 6. **Abraza lo local:** Uno de los mayores valores de Airbnb es la posibilidad de experimentar un destino como un local, no como un turista.
Las experiencias en Airbnb en Colombia, tanto las positivas como las desafiantes, suelen tener un elemento común: la calidez humana y la autenticidad de las conexiones que se forman. Más allá de un simple alojamiento, estas plataformas ofrecen ventanas a vidas, culturas y momentos que pueden transformar un simple viaje en una experiencia verdaderamente significativa.
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